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Don Eustaquio Nieto

OBISPOS Y LA IMPRENTA

Proemio

La amable invitación, ha días, a presentar alguna comunicación para el XXIV Congreso de la Asociación de Archiveros de la Iglesia de España, me llevó a buscar la quietud de mi estudio, donde pergeñar algunas líneas para el fasto con que hoy se ufana, justamente, la “Sancta Ovetensis”, aunque nunca me resultó tan apasionante y provechosa la pesquisa histórica.

Entre los fondos documentales del Archivo de la Catedral de Sigüenza ocupa un lugar preeminente el acervo bibliográfico que atesora sobre la historia de la imprenta seguntina.

Ciertamente he de lamentar muchas pérdidas notables con motivo de los azares bélicos de 1936, pero subsiste todavía, por fortuna, algo.

En una ciudad como Sigüenza, es lógico que fueran sus Obispos los mecenas que patrocinasen esta innovación de la imprenta, que ahorraría horas y horas de trabajo a los pacientes amanuenses y pendolistas, que consagraban su vida a escribir unos pocos libros, litúrgicos sobre todo, que ocupaban los atriles y facistoles de las catedrales, monasterios, colegiatas y parroquias.

¿En qué año se imprimió el primer libro de Sigüenza?

La historia de la imprenta seguntina es una muestra relevante de la cultura de Sigüenza, llamada “La Atenas de la Alcarria”.

En la lectura atenta de sus impresos se encuentra la narración del acontecer cotidiano, el recuerdo de los mecenas que los prohijaron y el detalle de la opinión pública en la ciudadanía de Sigüenza.

La historia de la imprenta de Sigüenza comienza a finales del siglo XV, cuando se había hecho la primera impresión del Breviario Particular Seguntino, en vitela, lo que equivaldría a decir que Sigüenza cuenta con un incunable, pero también, desgraciadamente, no se ha podido encontrar ningún ejemplar de aquella primera edición, muy distinta en el fondo y en la forma de la segunda, y, por lo tanto, de mayor interés para la historia.

Pero la verdadera realidad, comprobada, es que a Sigüenza llegó la imprenta en el año 1561, cuando Sebastián Martínez instala su imprenta en la ciudad de Sigüenza y publica un breviario que se conserva en el Archivo Capitular de la Catedral de Sigüenza, en la Biblioteca Nacional de Madrid y en la Academia de la Historia.

Siglo XVI

Pedro de la Gasca y el Breviario Seguntino

La impresión del Breviario Seguntino se había comenzado el año anterior, para lo cual vino, de Valladolid, el tipógrafo Sebastián Martínez.

Lo empezó en el tiempo del Cardenal D. Pedro Pacheco, Obispo de Sigüenza (1554-1560) y lo terminó el año 1561, dedicándolo a D. Pedro de la Gasca, Obispo de Sigüenza (1561-1567), cuyas armas puso en la portada.

El mismo Sebastián Martínez imprimió, también en Sigüenza, el Misal y seis libros más. Algunos de estos son los siguientes:

En 1562 Officium commune Sanctorum iuxta consuetudine alme ecclesiae Seguntine.

En 1565 Instructio brevis et valde vtilis pro novis curatis….

En todos ellos figura lo siguiente: Escudo del Obispo de Sigüenza D. Pedro de la Gasca. Impressvm Segvntiae, per Sebastianum Martinez, Typographun. Anno M.D.L.X.I.-M.D.L.X.V. Letra gótica en tinta roja y negra.

A Sebastián Martínez se le acabó el trabajo en Sigüenza, y hubo de trasladarse, con su imprenta, primero a Valladolid, su tierra, y algún tiempo después a Alcalá de Henares, cuya Universidad daba ocupación a diversas imprentas. Por el año 1585 había fallecido Sebastián Martínez.

D. Juan Manuel y el tipógrafo Juan Graciano o Gracián

Pocos años después de esta primera hornada, cayó por Sigüenza otro tipógrafo. Corría el año 1575. Su nombre era Juan Graciano o Gracián. Editó, en Sigüenza, bajo el mecenazgo de D. Juan Manuel, Obispo de Sigüenza (1574-1579), dos libros escritos por el toledano Pedro Martínez de Brea.

El primero de carácter filosófico, sobre la inmortalidad del alma, y el segundo de carácter escriturístico, sobre la Epístola de San Judas Tadeo.

En el primero se lee lo siguiente: “…in alma Seguntina. Prima editio. Escudo. Cum privilegio. Segvnti. Excudebat Joannes Gratianws anno 1575”.

Está impreso en folio y a dos columnas.

Siglo XVII

D. Fray Pedro de Godoy imprime sus Lecciones de Teología en tres tomos tamaño folio.

En el siglo XVII, D. Fray Pedro de Godoy, Obispo de Sigüenza, una vez instalado en el Palacio Episcopal, cediendo al mandato de sus superiores, a instancias de sus amigos y a los inoportunos ruegos de sus discípulos y admiradores, pensó en publicar sus lecciones de Teología y, al efecto, hizo traer una prensa y todo el material necesario. Habilitó un local en el piso bajo del Palacio Episcopal para la imprenta. Puso al frente de los operarios a D. Fray Diego García, dominico. Este corrigió las pruebas y redactó los dos índices de cada volumen, uno temático y otro de lugares y citas de la Sagrada Escritura en las que apoya sus argumentos.

Hizo dos ediciones, ambas en siete tomos, dedicados a Santo Tomás de Aquino, salvo el primero que lo dedicó a Fray Alfonso de Santo Tomás.

La primera edición la termino en 1672.

Contiene, en la portada, un grabado de Santo Tomás de Aquino, hecho en Madrid por Marcos Orozco, y el escudo de la orden dominicana al final.

Una segunda edición tuvo lugar en Venecia, en 1696, en latín y corrió a cargo del tipógrafo Joannem Jacobum Hertz. Una tercera edición tuvo lugar, también en Venecia, en la tipografía de Antonio Zatta en 1763. El soporte son folios, a dos columnas y también en siete volúmenes.

También publicó en la imprenta episcopal el cuaderno de los Santos de la Diócesis.

D. Fray Pedro de Godoy dio fin a la publicación de sus estudios, porque como dice en una carta a Fray Tomás de Castrejón, estaba mal de la vista en términos que no podía escribir aduciendo aquellas palabras de la Sagrada Escritura: “… et lumen oculorum meorum, et ipsum non est mecum”.

En síntesis, la obra de Godoy es el mejor trabajo sobre la Summa de Santo Tomás de Aquino.

Se explica así el apelativo con el que se conoció a Godoy “el Aquino español”.

Siglo XIX

D. Francisco de Paula Benavides y Navarrete imprime en Sigüenza el Boletín Eclesiástico del Obispado de Sigüenza.

Fue a mediados del siglo XIX, año 1859, cuando D. Francisco de Paula Benavides y Navarrete, Obispo de Sigüenza (1858-1876), manda imprimir, en Sigüenza, el primer número del Boletín Eclesiástico del Obispado de Sigüenza para transmitir quincenalmente a sus sacerdotes las normas y orientaciones pastorales.

El impresor se llamaba Manuel Pita de la Vega y Velarrínaga, impresor de Cámara del Obispado, que jamás dejó de leer y repasar íntegramente el Boletín, aún después de remitírsele corregidas las galeradas.

El mismo impresor y bajo el mismo mecenas, imprime, también en Sigüenza, dos libros más. Son los siguientes:

En 1866 Estatutos para el régimen del Seminario de San Bartolomé, recopilados por el Ilmo. Sr. D. Francisco de Paula Benavides y Navarrete, Obispo de Sigüenza.

En 1875 Una visita al Monasterio de Huerta, por D. Manuel Pérez Villamil.

D. Antonio Ochoa y Arenas imprime, en Sigüenza, el Suplemento de la Diócesis seguntina.

Fue a finales del siglo XIX, año de 1893 cuando, D. Antonio Ochoa y Arenas, Obispo de Sigüenza (1898-1917), manda imprimir, en Sigüenza, el Supplementum Seguntiae Dioecesis… jussu Excmi. ac. Ilmi. Episcopi Dris D. Antonii Ochoa et Arenas. Concinnatum ejusque licentia et auctoritate editum.

Siglo XX

D. Fray Toribio Minguella y Arnedo

Fue a principios del siglo XX, en 1900, cuando Fray Toribio Minguella y Arnedo, Obispo de Sigüenza (1898-1917), manda imprimir, en Sigüenza, el primer número de La Ilustración Seguntina, revista de carácter diocesano y periodicidad semanal.

D. Eustaquio Nieto y Martín

En el año 1935, D. Eustaquio Nieto y Martín, Obispo de Sigüenza (1917-1936), manda imprimir el primer número del Semanario El Eco diocesano.

El impresor se llamaba Pascual Box Blasco, que lo imprimirá hasta el año 1981.

La aparición de El Eco diocesano es una muestra de la prensa religiosa de la época, manifestada, en ese mismo año, por la aparición del diario Ya, de Madrid, y la celebración en Roma del Congreso Internacional de Prensa Católica.

D. Luis Alonso Muñoyerro

En el año 1948, D. Luis Alonso Muñoyerro, Obispo de Sigüenza (1944-1951), manda imprimir las Constituciones sinodales del Obispado de Sigüenza, promulgadas por el Sínodo Diocesano celebrado en la Santa Iglesia Catedral los días 6, 7 y 8 de Julio de 1948, por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Luis Allonso Muñoyerro, Obispo de Sigüenza.

El Boletín Eclesiástico del Obispado de Sigüenza y El Eco diocesano, después de distintas etapas y vicisitudes, han llegado hasta nuestros días y siguen imprimiéndose, en la actualidad, en los Talleres “Gráficas Carpintero, S.L.”, desde el año 1981.

La historia de aquella lejana primera imprenta de Sigüenza, en 1561, acabó, excepción hecha de las imprentas citadas, pero esto es ya otra historia.

Felipe Peces Rata
Canónigo-Archivero de la Catedral de Sigüenza