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CUATRO RELIGIONES EN SIGÜENZA

Durante la Edad Media habitaban en Sigüenza cristianos, arrianos, moros y judíos 1. Es probable que entre los primeros hubiera mozárabes, como en otras villas castellanas.

Los cristianos tuvieron sus iglesias parroquiales de Santiago Apóstol 2, San Vicente Mártir, Santa Cruz 3 y Santa María de Medina (ciudad) 4, cuyos edificios y recuerdos han llegado hasta nuestros días.

Las mezquitas y sinagogas de moros y judíos no han subsistido.

Una calle de Sigüenza lleva aún el nombre de la Sinagoga.

Buena muestra de la vida medieval en Sigüenza y de la convivencia en esta ciudad, como en tantas otras de la Península, de fieles de las cuatro religiones, nos ofrece una disposición, en curioso documento, que acredita la diligencia y especial interés de los eclesiásticos por la pureza de las costumbres de sus feligreses, y es la presentación que hicieron al rey Don Juan II, los señores Don Fernando de Illescas y don Sancho Fernández de Illescas, en nombre del Obispo Don Juan de Illescas, en el s. XV (probablemente hacia 1404), respecto de ciertos puntos por los que se fijan los días de la semana en que habían de utilizarse baños: Los lunes, miércoles y viernes, se reservaban para los varones cristianos, los martes y jueves para las mujeres de la misma religión, y los viernes para los judíos 5.

Nada se dice de los moros; tal vez, como parece que ocurría en Toledo, tuvieron algún baño exclusivamente a su servicio.

Tradicionalmente se celebra en Sigüenza un mercado los sábados, en el s. XIV, como los cristianos que acudían a él de fuera “an de andar camino el domingo siguiente para ser yr a sus aldeas et quebrantan el dicho dia domingo y dexan de oyr missa et las otras oras de Dios”, y “el dicho dia sabado judios algunos no pueden venir al dicho mercado a comprar nin a vender cossas alguna”. Don Pedro González de Mendoza, el gran Cardenal de España, Obispo de Sigüenza, por auto, lo mudó al miércoles, día “en que xcristanos e judios e moros pueden muy buenamente venir al dicho mercado et tornarse para sus casas sin ningunt otro embargo et contradiction”.

A pesar de las disposiciones eclesiásticas que intentaban aislar a los cristianos de los judíos y mahometanos para evitar su contaminación por las costumbres y creencias religiosas de éstos, la convivencia era íntima y las relaciones tan estrechas que los eclesiásticos se vieron obligados a intentar atajarlas en algunas ocasiones.

En un edicto o provisión de 1430 dice el Chantre de la Catedral de Sigüenza, Mateo Sánchez, que al visitar la Medina (ciudad) de Sigüenza halló que, contra lo dispuesto en las Ordenanzas reales y constituciones sinodales, “públicamente tienen judíos e moros sirvientes en sus casas, cristianos e cristianas, e comen e beben con ellos continuamente de sus viandas, e que judíos e moros físicos o carpinteros entran en monasterios de dueñas sin cristiano alguno a ellos acompañando, e eso mesmo que los dichos judíos e moros son procuradores e abogados contra cristianos, lo cual todo face en menosprecio de los dichos ordenamientos e en escándalo de la fe cristiana” 6.

Felipe Peces Rata
Canónigo-Archivero de la Catedral de Sigüenza

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1 “Todos los omes que moraren en su término: xristianos, arrianos et judíos et moros, todos ayan i. fuero”.

2 Santiago Apóstol, parroquia de Sigüenza, tenía arcos góticos transversales, ocultos por bóvedas del s. XVII, hasta su ruina en nuestra última Guerra Civil. Hoy día está restaurada.

3 La antigua panera de Sigüenza, en la calle del Peso, que fue antes Iglesia de Santa Cruz, conservaba en 1937 arcos transversales. Hoy es Centro de Interpretación Turística. Fue local de esparcimiento y diversión. “Liceo de Sigüenza” donde se proyectó la primera película el 8 de octubre de 1898. Más tarde fue taller de carpintería.

4 Humilde ermita de los mozárabes, cuyo emplazamiento se conoce, por tantas y tan repetidas alusiones, que estaba en los Huertos, no lejos del molino real, que se cita en un privilegio del Emperador Don Alfonso VII.

5 Esta disposición no es exclusiva de Sigüenza. Se encuentra, con algunas variantes, en Brihuega, Teruel, Albarracín, Zorita, etc. y en Cuenca, fuente de todas éstas.

6 He modernizado la ortografía y puntuación del párrafo transcrito.