CANTIGA 383 1
Cómo Santa María de Sigüenza protegió a una mujer que quería entrar
en una nave y cayó en el mar, y la salvó y sacó Santa María
El fondo del mar tan firme / hace como la tierra dura
a los suyos Santa María, / Señora de muy gran generosidad.
De esta vez tengo un milagro / grande y muy maravilloso,
que hizo la Santa Virgen, / Madre del Rey glorioso,
por una mujer que tenía / el corazón deseoso
de servirla noche y día. / Y fue en Acre 2.
En la ciudad de Sigüenza / que es muy rico obispado;
al lado de gran iglesia 3 / hay un lugar apartado
que llaman Santa María / la Antigua 4, a la que con gusto
iba esa mujer buena / y en ésto estaba su cuidado.
Esta mujer tenía una hija / a la que mucho amaba,
y en la voluntad de / cada una de ellas entraba
ir a ver el Sepulcro / de Jerusalén, y daba
de lo suyo a quien la guiase / para poder ir más segura.
Y después de haber hecho ésto, / se fue enseguida de viaje
y llevó consigo a su hija / para que no fuese sola,
que encontrar no podría / para sí mejor compañera.
Y pasó por muchas tierras, / y tal fue su suerte.
Que pasó el mar en salvo / sin ningún detenimiento,
que mientras fueron por él/ siempre tuvieron muy buen viento;
y desde que estuvieron en Acre,/ sin otra dilación
fueron a ver el Sepulcro / en tiempo de calor.
Y después de haberlo visto, / de nuevo hicieron romerías
por los lugares más santos / desta tierra donde el Mesías
Jesucristo, Dios y hombre, / andó; y pocos días
regresaron a Acre, / pero no como quien tiene prisa.
Haciendo muy larga estancia/ en Acre; no se quedaron allí,
sino pronto se dirigieron / al puerto y rogaron
a aquel que tenía una nave/ que las llevase, y pugnaron
por entrar muy deprisa en la nave. / Pero fue tan grande la prisa.
De entrar allí, y queriendo / subir por una escalera
del batel, en esa nave/ subió la hija primero,
y después la madre/ pensando ser experta
en subir deprisa, en el agua/ cayó con sus vestidos.
Y cayendo, iba clamando / con grandes gritos:
“Socórreme, Gloriosa, / Santa María la Antigua
de Sigüenza, en quien confío, / y haz que mi romería
acabe cumplidamente”. / Y de inmediato de la altura
De los cielos la Virgen Santa/ la socorrió y condujo
a pie por el fondo del agua/ bajo la nave, y la sacó
muy lejos de la otra parte / en el mar, y después la devolvió
arriba viva y sana./ Y tan pronto desde la altura.
Todos cuantos esto vieron / quedaron muy maravillados,
y las rodillas en tierra/ pusieron luego enseguida
y a la Virgen muy Santa/ le dirigen alabanzas
diciendo: “Bendita seas, / de los afligidos protectora”.
Y pues esta mujer buena / por la Virgen fue protegida
así como ya oísteis, / y a su tierra regresada,
tuvo en la Iglesia Antigua / novenas, y muy alabada
fue entonces Santa María / por ella, e hizo cordura.
Relata refero.
Felipe Peces Rata
Canónigo-Archivero de la Catedral de Sigüenza
1 CANTIGA: Antigua composición poética gallega (cantega) destinada al canto.
2 ACRE: San Juan de Acre (Siria). Ciudad marítima. Famosa por sus asedios árabes en 636, por los cruzados en 1104 y 1191, por Saladino en 1187 y por Napoleón en 1799. Fue la antigua Ptolemaida.
3 CATEDRAL.
4 MONASTERIO HERMANAS CLARISAS.